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Mostrando entradas de 2019

Leer tu alma Poesía

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En estos tiempos, estoy escribiendo mucha poesía, así que compartiré con Uds. algunas de ellas. Son poesías simples, de tecnica libre. Leer tu alma  El cuerpo es solo un transporte milenario voy a  leer tu alma incomprendida, rosando con mis yemas tus contornos. Voy a leer tu alma sin motivo porque si, sin más destino que recorrer tu historia. Voy a leer tu alma, voy a empaparme de tu vino, beberé la vida con placer para darte mi amor Sin más motivo. La Santa María en Sauce Pintos. 

Presentación Antología Carpintera II

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Lo del viernes 27 de septiembre de este año es lo más sorpresivo que me imaginé que podría suceder.  Estábamos en el Paseo de los Estudiantes, en la UNSJB, sede Trelew, realizando la Presentación de la Antología Carpintera II, Y la botella se fue.  También una alumna del Taller, Glais, realizó una muestra fotográfica con algunos poemas del libro.  Allí el Poeta y escritor, Sergio Pravaz, compiló siete poemas escritos el año 2018, de dieciséis talleristas, entre los que me encontraba.  Desde que llegué, a las diecisiete treinta - daba comienzo a las dieciocho - estaba nerviosa, y avergonzada por exponer mi escritura al publico. Llegaron mis amigas, Patricia y Moni, y casi al inició, llegó Rosario.  Me ubiqué en la tercera fila, para pasar desapercibida del resto, y allí me quedé. Luego cuando comenzaba, llegó Adriana y se sentó al lado mío.  Comenzó el evento, con las palabras de bienvenida de la directora de la biblioteca que luego de saludarnos, le pasó el micrófono al Coordi

Para llegar a Iruya

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Para llegar a Iruya, hay que hacer un largo camino hacia las cimas de las montañas. Alli donde el aire es diáfano, y las piedras se transforman con colores inusitados a lo largo del día. Es un camino sinuoso, largo y sobre todo, solitario. Los paisajes majestuosos, se van sucediendo como en un sinfín de curvas, que asombran y te hacen exclamar, frente a la inmensidad de todo. Me percaté del silencio que el viento trae sus entrañas. La tierra que se arremolina, buscando refugio en las cuevas milenarias, rojas de la sangre derramada por siglos. La huella sube y baja presentando vistas que te hacen abrir la boca con la exclamación constante. Y al final, llegar al lugar es un remanso, donde el tiempo se ha detenido de una manera singular. La capillita intacta, las callecitas empinadas, y la gente ancestral, pululan en un enjambre multicolor, entre lugareños, extranjeros y turistas autóctonos que conviven en una armonía simple, sencilla. Alli sentí que es posible detener el tiempo,

Provincia en llamas

Hoy es un día gris y triste. Han muerto dos docentes en nuestra provincia, volviendo a su casa en Comodoro Rivadavia. Una muerte inútil y que se podía evitar. Pero el gobierno está ciego, sordo y no acepta nada. Las palabras del gobernador no hicieron más que alterar los ánimos ya caldeados. No hay autoridad, ni directivas, ni medidas que se pueda vislumbrar alguna mejora.  Nunca escribo sobre la situación política, pero esto me dolió mucho y pienso en las familias, en los alumnos, en las escuelas, como instituciones bases de una sociedad.  Hemos perdido demasiado en estos cuatro años en la provincia. La sed de poder logra esto. No hay miradas sobre el bien común, ni medidas austeras en estos tiempos de tanta crisis.  Nada, eso, solo eso quería decir. Me salió así, sin muchas vueltas.  La provincia está incendiada, y las autoridades solo siguen tirando combustible. 

Regreso a mi infancia

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El sábado, mi hermano mayor, me invitó para ir un rato a la casa donde nacimos y pasamos nuestra infancia: La Santa María. Allí vivimos los momentos más extremos de nuestras vidas. Los más felices, y los más tristes. Ya en el camino, ver esas colinas verdes con la sombra de las arboledas, me produjo una emoción inusual y rara. Al aproximarnos, por el viejo camino desde el pueblo, hasta la casa, sentí otra vez esa sensación de volver a esa tierra. La casona de mi niñez. Esa que me vio nacer y me vio llorar con la angustia atrapada en mi alma en ese verano tórrido, o en aquel invierno cruel cuando se fueron, mi padre, y mi hermana, en ese viaje estelar al universo de las almas. Fueron sensaciones de mucho frío y de intenso calor, que, en ambas oportunidades no me permitían respirar bien. Esos fueron los recuerdos que como lágrimas se me agolparon en la mente, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlos. El olor a verde húmedo y a la vez crujiente, me hizo salir del ensimismami

Tristeza Sublime

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Hoy estoy con la poesía. Desde muy joven escribo poesía. Hace unos años, retomé el vinculo con ella. Sólo que ya no escribí rimas, ni pensé en amores juveniles, ni en niños. Esta vez la poesía viene cargada de bolsas pesadas que la vida se encangó de ponerme en la espalda, sobre los hombros. Son las cargas, que la experiencia me ha llevado a tener, o a cargar, como quieran decirle. Ahí va una que escribí en estos días, sin mucha prisa, y sin mucha esperanza.         Tristeza sublime A veces, solo a veces, me invade una tristeza inusual, una que me derrama lágrimas por el cuerpo, me congela los músculos, me deja muda y ciega. Atornilla mis movimientos paralizando mi corazón y me embalsama el alma. Plomo y agua. Pero solo a veces. María Julia

Regreso a la Santa María, en Sauce Pintos.

  La tropilla de caballos corría alocado, a lo largo del campo, bordeando el arroyo El Sauce. Desde la Santa María se veía el espectáculo en ese atardecer de verano, donde las chicharras y los grillos daban un concierto monótono cada día. El sol, fuego rojo en el cielo, caía derrotado al final de la tarde. El cielo estaba rizado de nubes teñidas de un fucsia intenso que se volvía azul, hacia el oriente. La tarde se derretía en un minuto mágico y todo parecía de otro mundo.  Así recuerdo mi regreso a la casa de mis padres, esa tarde de febrero, cuando pisé suelo entrerriano después de treinta y cinco años de ausencia.  Las voces se escuchaban a lo lejos, estaban sentados bajo unos paraísos antiguos que aún tenían su tronco arrugado y daban esas flores, con que de chicos hacíamos collares. Caminé por ese pasto verde y por la huella marcada del camino de entrada, dejando a mi espalda ese atardecer majestuoso, que incendiaba todo con su fuego sin quemar.  La conversación era un mu

La noticia de que seré nona

            Estos días son un cúmulo de risas, alegrías y recomendaciones. Es que me contaron que “seré nona”, y la emoción ha desbordado mi corazón cubriéndolo con un bálsamo suave y acariciante que me abraza toda el alma. Un bebé que llegará en los próximos meses, cerca del verano, para delicia de todos nosotros. Habrá motivos para festejar la navidad y las fiestas de fin de año.          Mi corazón se ha acelerado de una manera increíble. Pienso en nombres, en niños que se asoman a la ventana de mi vida, sonriendo. Los veo como esa foto de Dante, coloradito y muy blanco. Con ojitos pícaros y manecillas gordas.          Es increíble como se transforma todo en en un segundo de la vida. Ahora mirarle la incipiente pancita a Rosario, me da una sensación de bienestar y paz. Ahí, en ese nidito, crece una “lenteja” que será mi nietito o nietita. Aveces digo que quiero un nieto varón, y después digo que no que quiero una mujercita, y me doy cuenta que lo que sea será con alegría y felic

Tiempos inciertos

Querido bloguer, estoy pensado en dejarte, porque siento que estos tiempos inciertos me desarman y no puedo tener el ritmo que quiero. Hay tantas cosas para ver, leer, escribir, analizar, sentir que las horas son cortas y los minutos se evaporan sin remedio. Estoy intentando poner mis ideas en claro, porque me lleva buena parte del día poder atender las necesidades inherentes a la vida misma, a mis mascotitas, y a las plantas que son "mi cable a tierra”. Así que escribiré cuando pueda, cuando lo sienta así, sin presiones que me indiquen que tengo que hacerlo semanalmente con el cuidado que requiere todo texto que uno lanza a este ciberespacio universal. Así que sepan disculpar las omisiones o errores de tipo o de los otros. Escribo sobre esta hoja en blanco virtual, sin haber chequeado su organización espacial, su texto y coherencia. Escribo así cómo se salen las palabras naturalmente, sin demasiado análisis. Sepan disculpar las equivocaciones pero la mente emocional me in

Querido Blogger

Querido Blogger Hoy me informas, o yo caí en la cuenta, no sé bien cuál sería la verdad con certeza, que Google+ se eliminará del aire cibernético. Por lo tanto me pedías que mude mis datos antes de que desaparezcan definitivamente. Espero haber hecho las cosas como me pediste ya que todo lo que he escrito aquí, no tiene otro resguardo. Bah algunas cosas están en archivos de Penélope, mi compu, pero no todos, porque me gusta ver la página en blanco de este blog. Así que hoy he mudado y hecho todo lo que me has pedido. Le puse nuevo nombre al Perfil y completé lo que pude con los datos que me pediste. Puse una foto mía, en el museo de Nueva York que me encanta cómo estoy, y me siento identificada con ella. Esa soy yo. Bueno, en esta nueva estructura, que no sé como se hará para difundir lo que uno escribe, intentaré seguir haciendo lo mejor que pueda. Aunque siento que avanzo con rapidez y me falta tiempo para poder escribir todo lo que quiero. Y eso está bueno. Así que: --Bienve

Me cambian los ojos cuando viajo.

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Sé que parecerá una situación misteriosa, pero cuando viajo, me cambian los ojos. No es que cambien su aspecto físico, no, no no. Siguen iguales, redondos, peídos, de color miel averdolado-(que es un color verde suave, pero su base en color miel). Cambian la manera de mirar todo a su alrededor. La alegría que inunda mi alma y mi corazón, se impregnan en mis ojos. Casi como un bombón de chocolate cuando lo miramos y vemos con una especie de alegría, deseo y satisfacción por lograr ponerlo en nuestra boca y que estallen sus sabores, texturas y aromas en nuestra mente, pero nosotros estamos con los ojos cerrados, mirando hacia el interior. Me gusta viajar y percibir esa sensación de sencilla plenitud, sin estrafalarios adornos que hagan ruido, sino con esa paz silenciosa y completa de la felicidad. Caminar callecitas en subida y en bajada, descubriendo cuadros marinos al final, o bosques antiguos, verdes y solitarios que me invitan a descansar en ellos. Salir en bicicleta sin rum

Los aviones surcan el cielo en Sauce Pintos

Recordando historias, me acordé de cuándo pasaban aviones sobre la Santa María en Sauce Pintos.  Mi madre, que amaba viajar, miraba esos aviones con la emoción de un viaje. Pasaban por sobre la casa y a una altura que se los podía ver claramente. En otras ocasiones solo escuchábamos su ruido a la distancia. Pero igual saliamos a mirar. Era un ritual, salir a ver el avión que pasaban. La imaginación se nos iba en ese ruido, y aveces en esa sombra en el cielo, que nos decía que iban personas allí viajando por el espacio. Yo soñaba con esos viajes, y de grande, cuando pude viajar en avión, recordaba esos días de nuestra infancia y las anécdotas con mi madre que tanto le gustaba ver pasar los aviones sobre la casa.  Pensando en ese hecho, recordaba que mi abuela Leti, también esperaba la llegada del tren y con él, la correspondencia. Ese era un hecho que movilizaba diariamente a toda la familia, pero en especial a la abuela. Ni bien pasaba el “coche motor” ,como le decíamos, nos manda

El tiempo se va pasando

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El tiempo se va pasando, a veces lentamente, otras tan rápido que no alcanzo a parpadear.  Me da la sensación que no puedo cumplir con mis propósitos casi nunca, porque me distraigo con cosas superfluas, pero que me importan, y mucho. Por lo tanto no son tan superfluas.  Ahora mismo, ya es el medio día, y aún en ropa de dormir, abrigada, porque bajó la temperatura, sigo leyendo y escribiendo sin parar. Me siento rara por no seguir los “mandatos del sistema” que me dice las horas de cada actividad. Pero no tengo hambre ni sed, ni necesidad de ir al baño, cuestiones básicas que siempre me levantan de la silla y me disipan la concentración. Ahora estoy hace más de tres horas escribiendo, leyendo y procesando ideas y proyectos.  ¿Es que sólo me pasa a mí? no, eso es seguro. Tal vez no se reconozcan estas cosas que nos pasan por vergüenza. Es como si uno no hiciera nada de nada, y en realidad haces cosas que te interesan y la pasas bien, por eso te bancas la silla y estar frente a la

Las palabras se siembran...: La casa de mi infancia

Las palabras se siembran...: La casa de mi infancia : Me propuse escribir mis experiencias y anécdotas de vida, comenzando por mi niñez. La misma,  la que transcurrió a dos kilómetros de un peq...

Agua que cae del cielo.

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Llueve intensamente sobre la ciudad.  Hacía mucho que no llovía de esta manera. No es común que caiga tanta agua en tan poco tiempo. Y en esta parte del mundo, no estamos preparados para estos chubascos. Hay mucha gente evacuada, caminos cortados, y situaciones que preocupan a todos. Seguramente se cortará el suministro de agua potable, porque el río, de donde se extrae, vendrá con fango. Así estamos en esta ciudad del sur de ciento diez mil habitantes.  Ha crecido en estos últimos años en forma exponencial, como se ha deshabitado el interior de la provincia. Con sus mesetas y campos áridos, casi sin personas que lo habiten, más que algunos puesteros de las estancias cuidando ganado ovino.  Las casas no están preparadas para este tipo de lluvias torrenciales, rápidas y abundantes. Los techos no resisten y seden. Allí aparecen las goteras y con ellas las filtraciones en las paredes.  A mi me apareció una Gotera desconocida, en la punta del cuarto de dormir. Justo donde mi cabez

Un puñadito

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Mi abuela Leti era una gran cocinera. De ella aprendí a hacer dulces,  empanadas y pastas. Me enseño a cortar, a cuchillo los tallarines caseros y muchas enseñanzas que atesoro en mis recuerdos para hacer más ricas mis comidas.  Tengo su imagen, en el galpón que ella usaba de cocina, en las mañanas muy temprano, en una nube de humo azulado, revolver el dulce de higos, o de zapallo, y sentir ese aroma a vainilla que me penetraba hasta el alma. Aún cierro los ojos y la veo nítida.  Otra vez, verla amasar tallarines, y estirar la masa con un palote grande y largo. La masa enharinada, finita y amarilla. Luego doblarla con cuidado, y cortar al cejo, para que "salgan más largos los fideos". También aprendí a repulgar los bordes de las empanadas con una “apretadita” suave y de costado, --para que no se escape el jugo,-- decía mientras me mostraba cómo se hacía.  Tenía las manos cortas y dedos gorditos. Una mano que acariciaba el cuerpo, pero también el alma. Mi abuela, me abr

La casa de mi infancia

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Me propuse escribir mis experiencias y anécdotas de vida, comenzando por mi niñez. La misma,  la que transcurrió a dos kilómetros de un pequeño poblado en una provincia litoraleña, en una casona enorme llamada “La Santa María". Una niñez con muchos hermanos, unos padres atentos y amorosos y abuelos que estaban ahí compartiendo nuestro crecimiento. La casa, una casona de principios de siglo, era un chalé de techo de chapa a dos aguas, con “festones”  en sus terminaciones, propios de las casas de esos años. “La Santa María”, estaba erigida  en la parte mas alta de la Cuchilla de Montiel. Una elevación que se destaca en el lugar y que desde allí se domina el paisaje. El verde entrerriano con sus montes y arbustos propios de un clima con una alta humedad y gran cantidad de lluvias. Mi padre amaba la naturaleza y planto muchos árboles, aparte de los que ya había. Para ingresar a la casa, había una hilera de tipas enormes, que cuando florecían dejaban una estela de  amarillo dorado

No todo es lo que parece

Ayer fue un día muy triste. Lloré y lloré bastante. Hacía mucho que no me dolía tanto el pecho con esa angustia de algo que es emocional. Pero por suerte después pude dormir y con eso se me pasó. La vida es un sinfín de situaciones que activan las emociones. Algunas son bellas y alegres y otras son tristes, e incomprensibles. Las tristes son las que te dejan en una situación de vulnerabilidad y desequilibrio. Nunca pensé que una acción no realizada, por descuido, o por no darse cuenta, sería tomada de una manera tan negativa. Aún lo estoy pensando y tal vez es un error mío. Pero si no lo siento así, es difícil que uno pueda racionalizarlo. Pero igual me propongo pensarlo, analizarlo y cambiar en consecuencia. Miro mi actitud y siento que tal vez también actué así en otras oportunidades de mi vida. Hay que reconocer y tener buena memoria.  La cuestión es que pese a que pongo mucha atención a la comunicación, especialmente con las personas que me interesan, evidentemente no lo l

Hoy es un día mágico.

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Las cosas van sucediendo y tal lo pensado y deseado, pueden llegar a cumplirse los objetivos de este año.  Un año bisagra, es una fecha importante en la vida de cualquier persona. Me hubieran gustado otras cosas, pero es lo que sucede y pese a todo, allá vamos a cumplir sueños.  La felicidad es un instante que encadenado a varios forman esa sensación que nos permite avanzar y disfrutar de cada momento con intensidad. Hoy es uno de esos momentos en que, con el sol a pleno, el aire diáfano, el silencio majestuoso, vamos a producir un encuentro esperado largamente.  El lugar será emblemático. Un lugar con la tristeza de las perdidas y las muertes irremediables, y con la ternura de la niñez vivida allí.  Me entorpecen emociones que son contradictorias. Broncas, enojos, pero también alegrías y esperanzas. Se me confunden con la mirada y los sonidos de ahora y de antes.  Pienso mucho en tantas anécdotas que tengo qué escribir y las ya escritas, que me par

Las miradas al interior de nuestra mente

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A veces, suelo perderme en una silenciosa retrospección hacia mi interior. Me dirijo a mirar mi vida desde el ángulo que menos uso, ese que me duele. Es en esos momentos donde puedo descubrir otras facetas de mi personalidad, de mi carácter. Analizo por qué he reaccionado de esa manera frente a determinados hechos que me han sucedido. Especialmente me detengo cuando esas situaciones involucran a quienes amo mucho, mi hija, mis hermanos, mis sobrinos, o mis amigos. Mirando el pasado, y como pude resolver algunas situaciones, me ayuda a aprender más sobre mi misma y mis reacciones y comportamientos frente a los otros ante situaciones desconocida o imprevistas. Deberíamos “observar hacia atrás” con mayor calidad, lo que nos permitiría pode aprender más de nosotros mismos, y actuar en consecuencia, mejorando nuestra calidad de vida y de vínculos con los demás. Ahora, justo ahora, estoy haciendo una retrospección de hechos acontecidos en los últimos días, y observar, analizar sobre ello

El mate de la mañana

Hoy me levanté con ganas de tomar mate. Esa bebida argentina, con yerba que nos produce un bienestar inmediato. El mate. Pongo la pava con agua al fuego, mientras lleno el mate calabaza de yerba aromática y verde. Agrego la bombilla, dejando la yerba un poco de lado para que en ese “hoyo” ingrese el agua caliente. Pruebo el mate, sorbiendo por la bombilla, y si, ya está caliente y a mi gusto. Apago el fuego de la pava, y vierto el líquido caliente en el termo que ya tengo preparado para tal fin. Cierro con el pico vertedor, lleno de nuevo el mate, sorbo un poco y con los dos elementos, termo y mate, me voy a sentar a la mesa. Allí termino de tomar el primero y sirvo otro más. Este está espumoso, caliente y sabroso. Cierro los ojos y degusto esta exquisitez con el placer de algo que me gusta mucho y me produce una sensación increíble, me predispone a comenzar el día, y aclara mis ideas. No puedo comenzar a pensar sin dos o tres matecitos calientes al levantarme. Creo que somos mu

Calor que derrite

Son las seis de la mañana. Abro la puerta cancel, antigua y de madera pesada, y salgo a la calle. El sol me ciega, pero se el camino y sigo como si nada. La calle, de adoquines, suena a cada paso. El calor ya es aberrante, pero me he hecho amigo de ese bicho que no babea a uno todo desde siempre. Si, me he hecho amigo, sólo hace unos años, hasta allí, sistemáticamente, me enfurecía con él, y terminaba a las patadas, sudada y enojada sin remedio. Me costaba volver a mi estado normal, si es que hubiera un estado normal. Por eso ahora este calor, amigo mío, me ayuda a reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestro planeta. Cada día con nuestras actitudes, ayudamos a que siga destruyendose.

Preparando y avanzando

Llevo seis días escribiendo, después de desechar muchos textos, y la verdad estoy muy contenta. Poco a poco va tomando forma la Infancia en Sauce Pintos. Me gusta poder avanzar con anécdotas, desde mi propio recuerdo e imaginación. Me atrapa escribir así, sin apuros y haciendo otras cosas de tanto en tanto. Hoy me desperté con una idea y me tuve que venir a escribirla al lugar que tengo en la casa. Ahí está, calentita y ya la volví a leer varias veces. No pude esperar a abrir el computador para escribirla, así que lo hice con lápiz en papel. Me gustó mucho esa experiencia. Ahora esperaré que se enfríe con un bizcochuelo que recién ha salido del horno. Pero me gusta verlo allí escrito esperando que lo tipee en Times 12p en mi compu. Voy aprendiendo el oficio de escritor, y eso que aún no me considero escritora, pero voy aprendiendo, y me gusta, me siento bien. Sobre todo me gusta poder escribir lo que pienso y siento. Eso me ha dado la posibilidad de repensarme como persona. Y no

Texto viejo

1º de septiembre de 2017 Hoy es el día de mi cumpleaños número cincuenta y ocho. Ha pasado el tiempo. Pero me siento bien, joven aún y plena. La vida ha ido pasando aveces con un vértigo inusitado, otras en una calma de sosiego. Yo me siento entera, sin demasiados huecos que llenar. Mi salud es excelente y disfruto de lo que deseo casi sin darme cuenta de ello. Me despierto a la mañana con una sensación de bienestar y paz.  Me sorprende el amanecer con el canto de los pájaros en mi ventana y el maullido de los gatos en el jardín. Quisiera ser un poco menos estructurada, pero trabajo para ello todos los días y hago lo mejor que puedo.  Me gusta pensar, y paso horas haciendo eso. Si me observaran desde algún lugar, dirían que soy una vaga que no hace nada, pero en realidad yo estoy pensando. Pienso en cosas que aún me gustaría hacer, y en cómo hacerlas. También pienso lo que aún deseo con todo mi corazón y me remonto a mis años de juventud cuando comenzaba a vivir y el camino reco

¿Qué son los recuerdos?

Estoy escribiendo el Libro de mi infancia. Cuantos recuerdos que se agolpan en mi mente y me reproducen los hechos vividos en la niñez. Hoy mismo, escribía el momento en que murió mi padre, cuando yo tenía nueve años. Las imágenes que guardé, las caras que ví, lo que me pasó a mí. Tantos familiares que ya no están. Y trato de recordar a todos, y de algunos no tengo ninguna imagen. Miro hacia atrás y veo que he guardado solo algunos, y me pregunto qué será de los otros momentos vividos que no se han guardado. Qué mecanismo extraño el del cerebro y sus funciones.  ¿Porqué motivos se guardarán unos recuerdos por sobre otros? Pienso que tiene que ver con las veces que volvimos a recordarlos y los fuimos fijando en nuestra mente. Otros que nunca más recordamos igual aparecen tan nítidos como los anteriores, así que esa no es la clave. Lo importante es poder recordar y poder contar aquello que queremos, y tener detalles que nos ayuden a organizar nuestra historia de vida. 

La tristeza es una opción, pero no la elijo

A veces la tristeza aparece en mis pensamientos y me perturba con sus lágrimas saladas. No tengo miedo, pero la dejo pasar sin pensar mucho. Es que ya nos conocemos bastante y hemos llegado a coincidir en algunos aspectos, nos respetamos sin ser invasiva en nuestras intromisiones. Ayer fue un día especial, tal vez uno ya no se acuerda de las fechas pero cuando se pone a pensar, nada es casual, y de pronto se encuentra en ese vacío en blanco que significa la tristeza. De pronto me encuentro caminando por la casa y, así porque si, se me apretuja el corazón, y sus latidos comienzan a correr y aparecen esos recuerdos que nada ni nadie puede parar. Surgen en mi mente, y las preguntas aún resuenan ¿porqué? Y no hay respuestas, yo ya lo se, pero igual no puedo no sentir esa angustia de no haber hecho más para que esto no terminara así.  Miro el cielo, si estoy en una habitación, lo busco saliendo afuera, y al alzar la cabeza con los ojos cerrados, me trae una paz y una tranquilidad que

Mañana se van y las voy a extrañar.

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Mañana martes, se van de regreso mis dos sobrinas con las que disfrutamos una semana de paseos y charlar por la zona.  Las voy a extrañar, se incorporaron a mi vida de una manera tranquila y suave. Son unas personitas hermosas que están aprendiendo a compartir con otros en lugares diferentes a los que viven habitualmente.  Mercedes es la mayor, Pilar la menor de cuatro hermanos. Ellas son las mujeres mayores del matrimonio de mi hermano Javier con María Paula. Después nacieron los varones: Bruno y Lorenzo.  Así que estuvieron ocho días intensos de playa, visitas a diferentes sitios y muchos paseos y charlas. Seguramente las extrañaré, porque uno se acostumbra a esas personitas queridas que están en la casa.  Buen viaje sobrinas queridas, que sea un excelente regreso a su hogar y que hayan disfrutado mucho de esta aventura. 

Esperando la llegada

Hoy salieron, desde Paraná, hacia Trelew, Mercedes y Pilar. Mis sobrinas mayores. Vienen a pasar año nuevo aquí conmigo. Estoy muy ansiosa, tanto que me paraliza, y quisiera que ya estuvieran aquí. Pero no, hay que esperar veintiseis horas que tarda el micro en llegar, siempre y cuando no suceda nada en el camino. Por eso escribo porque necesito sacar de adentro mío toda esta sensación de placer y ansiedad que me perturba el cuerpo y el alma. Escucho música, ahora Juan Luis Guerra, antes Michael Jackson, en fin, necesito hacer cosas para el tiempo pase más rápido. Ahora mismo me voy a preparar unos matecitos y así, limpio algo, ordeno, preparo, lavo verdura, hago cualquier cosa sin importar para que el tiempo pueda ir pasando sin que yo me dé cuenta y al mirar el reloj, vea que ya es medio día. Así, escuchando música, dando unos pasos de baile, y cantando, voy recorriendo mi lugar en el mundo, un lugar elegido un poco escuchando los mensajes que van surgiendo con la vida y uno