El mate de la mañana

Hoy me levanté con ganas de tomar mate.
Esa bebida argentina, con yerba que nos produce un bienestar inmediato. El mate.
Pongo la pava con agua al fuego, mientras lleno el mate calabaza de yerba aromática y verde.
Agrego la bombilla, dejando la yerba un poco de lado para que en ese “hoyo” ingrese el agua caliente. Pruebo el mate, sorbiendo por la bombilla, y si, ya está caliente y a mi gusto.
Apago el fuego de la pava, y vierto el líquido caliente en el termo que ya tengo preparado para tal fin.
Cierro con el pico vertedor, lleno de nuevo el mate, sorbo un poco y con los dos elementos, termo y mate, me voy a sentar a la mesa.
Allí termino de tomar el primero y sirvo otro más. Este está espumoso, caliente y sabroso. Cierro los ojos y degusto esta exquisitez con el placer de algo que me gusta mucho y me produce una sensación increíble, me predispone a comenzar el día, y aclara mis ideas. No puedo comenzar a pensar sin dos o tres matecitos calientes al levantarme.
Creo que somos muchas las personas que no respondemos a nada hasta que sorbemos un par de matecitos amargos y fuertes.
Ahora sí, ya puedo comenzar el día.

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