Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2019

Presentación Antología Carpintera II

Imagen
Lo del viernes 27 de septiembre de este año es lo más sorpresivo que me imaginé que podría suceder.  Estábamos en el Paseo de los Estudiantes, en la UNSJB, sede Trelew, realizando la Presentación de la Antología Carpintera II, Y la botella se fue.  También una alumna del Taller, Glais, realizó una muestra fotográfica con algunos poemas del libro.  Allí el Poeta y escritor, Sergio Pravaz, compiló siete poemas escritos el año 2018, de dieciséis talleristas, entre los que me encontraba.  Desde que llegué, a las diecisiete treinta - daba comienzo a las dieciocho - estaba nerviosa, y avergonzada por exponer mi escritura al publico. Llegaron mis amigas, Patricia y Moni, y casi al inició, llegó Rosario.  Me ubiqué en la tercera fila, para pasar desapercibida del resto, y allí me quedé. Luego cuando comenzaba, llegó Adriana y se sentó al lado mío.  Comenzó el evento, con las palabras de bienvenida de la directora de la biblioteca que luego de saludarnos, le pasó el micrófono al Coordi

Para llegar a Iruya

Imagen
Para llegar a Iruya, hay que hacer un largo camino hacia las cimas de las montañas. Alli donde el aire es diáfano, y las piedras se transforman con colores inusitados a lo largo del día. Es un camino sinuoso, largo y sobre todo, solitario. Los paisajes majestuosos, se van sucediendo como en un sinfín de curvas, que asombran y te hacen exclamar, frente a la inmensidad de todo. Me percaté del silencio que el viento trae sus entrañas. La tierra que se arremolina, buscando refugio en las cuevas milenarias, rojas de la sangre derramada por siglos. La huella sube y baja presentando vistas que te hacen abrir la boca con la exclamación constante. Y al final, llegar al lugar es un remanso, donde el tiempo se ha detenido de una manera singular. La capillita intacta, las callecitas empinadas, y la gente ancestral, pululan en un enjambre multicolor, entre lugareños, extranjeros y turistas autóctonos que conviven en una armonía simple, sencilla. Alli sentí que es posible detener el tiempo,

Provincia en llamas

Hoy es un día gris y triste. Han muerto dos docentes en nuestra provincia, volviendo a su casa en Comodoro Rivadavia. Una muerte inútil y que se podía evitar. Pero el gobierno está ciego, sordo y no acepta nada. Las palabras del gobernador no hicieron más que alterar los ánimos ya caldeados. No hay autoridad, ni directivas, ni medidas que se pueda vislumbrar alguna mejora.  Nunca escribo sobre la situación política, pero esto me dolió mucho y pienso en las familias, en los alumnos, en las escuelas, como instituciones bases de una sociedad.  Hemos perdido demasiado en estos cuatro años en la provincia. La sed de poder logra esto. No hay miradas sobre el bien común, ni medidas austeras en estos tiempos de tanta crisis.  Nada, eso, solo eso quería decir. Me salió así, sin muchas vueltas.  La provincia está incendiada, y las autoridades solo siguen tirando combustible. 

Regreso a mi infancia

Imagen
El sábado, mi hermano mayor, me invitó para ir un rato a la casa donde nacimos y pasamos nuestra infancia: La Santa María. Allí vivimos los momentos más extremos de nuestras vidas. Los más felices, y los más tristes. Ya en el camino, ver esas colinas verdes con la sombra de las arboledas, me produjo una emoción inusual y rara. Al aproximarnos, por el viejo camino desde el pueblo, hasta la casa, sentí otra vez esa sensación de volver a esa tierra. La casona de mi niñez. Esa que me vio nacer y me vio llorar con la angustia atrapada en mi alma en ese verano tórrido, o en aquel invierno cruel cuando se fueron, mi padre, y mi hermana, en ese viaje estelar al universo de las almas. Fueron sensaciones de mucho frío y de intenso calor, que, en ambas oportunidades no me permitían respirar bien. Esos fueron los recuerdos que como lágrimas se me agolparon en la mente, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlos. El olor a verde húmedo y a la vez crujiente, me hizo salir del ensimismami