Llueve intensamente sobre la ciudad. Hacía mucho que no llovía de esta manera. No es común que caiga tanta agua en tan poco tiempo. Y en esta parte del mundo, no estamos preparados para estos chubascos. Hay mucha gente evacuada, caminos cortados, y situaciones que preocupan a todos. Seguramente se cortará el suministro de agua potable, porque el río, de donde se extrae, vendrá con fango. Así estamos en esta ciudad del sur de ciento diez mil habitantes. Ha crecido en estos últimos años en forma exponencial, como se ha deshabitado el interior de la provincia. Con sus mesetas y campos áridos, casi sin personas que lo habiten, más que algunos puesteros de las estancias cuidando ganado ovino. Las casas no están preparadas para este tipo de lluvias torrenciales, rápidas y abundantes. Los techos no resisten y seden. Allí aparecen las goteras y con ellas las filtraciones en las paredes. A mi me apareció una Gotera desconocida, en la punta del cuarto de dormir. Justo donde mi cabez
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