LLueve y me pongo a escribir...

Parece que escribir nos ayuda a organizar nuestros pensamientos. Estoy muy confundida y complicada. Necesito poder organizar mis ideas ya que toda la situación por la que estoy pasando me ha dejado como un montón de cosas desparramadas por cualquier lado, apretadas en poco espacio, patas para arriba o puestas sin ningún orden. Esto me provoca desconcierto y fascinación. Desconcierto por la originalidad de lo realizado sin sentido. Parece, a simple vista, una obra de arte que nadie debería desarmar. Y fascinación porque de sólo pensar que todo eso son mis ideas, mis pensamientos, mis inseguridades, mis éxitos, mis conflictos, mis fracasos, mis análisis, mis caminos recorridos, en fin todo lo que soy después de estos largos y experimentados años de la vida misma.

Comentarios

  1. LLueve en la ciudad de Paraná. LLueve como nunca he visto llover...
    Los truenos y relámpagos, llenan el aire de ruidos y luces violaceas...
    LLueve. El cielo gris y bajo, no está. Son sólo nubes de agua sucia por el color y el olor que dejan en la tierra.
    La ventana da justo a la calle Maipú. Pasan autos y también un colectivo cada tanto.
    Para en la esquina y sube o baja algun pasajero que abre o cierra su paraguas.
    La lluvia es incómoda, molesta, ruidosa... pero calma los ánimos y permite que nos quedemos en casa tomando un té con leche y galletitas.
    La verdad que esta lluvia de hoy es como una bendición. Suenan los truenos no tan lejos, y seguramente luego veremos un relámpago, o al revés.Son tantos los que se escuchan y se ven que ya no se si aparecen primero los truenos o los relámpagos.
    La lluvia con truenos y relámpagos me trae a la mente la palabra abracadabra... porque es algo cómo mágico.
    Ahora parece que calmó todo y paró la lluvia.
    Se siente un silencio incómodo y simple. Es el atarcecer aunque está oscuro por la tormenta. Las casas están mojadas y húmedas.

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