Mi viaje a Calafate: Caminata sobre el Glaciar

Después de veinte años de visitarla, volví a Calafate, Tierra de Glaciares. 
Una experiencia muy anhelada, ya que deseaba hacer el Minitrekking sobre el Glaciar Perito Moreno. 
Y llegó la oportunidad de viajar y realizar ese sueño. 
Finalmente el viernes seis de marzo, pude realizarlo, y  conocer el Glaciar “desde adentro”.
Salimos a las siete de la mañana del Hotel donde me hospedaba, y viajamos hasta el Parque Nacional Los Glaciares, en la Peninsula de Magallanes sobre le Lago Argentino, en la Provincia de Santa Cruz,  Argentina. 
El día se presentaba nublado, y parecía que llovería. Pero por suerte, a medio día se abrió el cielo azul, y apareció el sol entre nubarrones que se movían de Sur a Norte. Luego de embarcar hacia el refugio en la costa del Brazo Rico, iniciamos la marcha, todos con guantes y lo indispensable. Yo llevaba una botellita de agua vacía, mis guantes y el celular en el bolsillo de la campera impermeable. 
Caminamos por el bosque de lengas y ñires, por unas pasarelas de madera, subiendo y bajando escalores segun la vegetación se presentaba. Bajamos a la costa y ahí vimos el imponente Glaciar Perito Moreno en su esplendor. Estabamos muy cerca. 
Finalmente nos dirigimos a los refugios en forma de iglú, donde nos pusieron las grampas o crampas -aún no se la diferencia, pero escuché los dos modos de decirlo y no se cual es el correcto-, en los pies, y nos facilitaron un casco para nuestra cabeza. 
Una vez que nos preparamos, nos indicaron como se usaban esas grampas al caminar, con los piés abiertos para no engancharnos, y apretando bien el paso para que se claven en el hielo de mejor manera. Nos indicaron que iniciaríamos la caminata uno detrás del otro, y tratando de no perder el ritmo. Nos guiaban dos montañistas: Luis y Fernanda. Uno iba adelante, Luis; y Fernanda subía y bajaba con una gran destreza, ayudando a todos a seguir el camino. 
Llegamos al inicio del Glaciar donde pudimos observar la profundidad, y el color azul profundo del Glaciar donde se une con la roca de la montaña. Allí se forman unas especies de cuevas, las cuales se pueden observar y se ve el hielo y su color tan particular. 
Desde allí comenzamos a caminar y a subir a esa imponente masa de hielo centenario. El guía de montaña iba al inicio de la hilera de dieciocho participantes. Fernanda, la otra guía de montaña, nos iba dando la mano para cruzar pequeñas endijas y charcos de agua, grietas y subidas y bajadas, en el camino trazado. 
El silencio se interrumpió con un ruido como trueno, y vimos caer una pared de hielo de la zona sur. Fue impresionante como el hielo se sumergió y volvío a emerger provocando olas y espuma sobre la superficie, que se movieron hasta la playa. Todos nos quedamos boquiabiertos observando ese espectáculo. Seguimos subiendo y bajando cuestas de hielo, y paramos en una explanada, donde pudimos observar un sumidero donde el agua corre y tiene un azul muy profundo y bello. Nos ayudaron a todos a observar desde muy cerca ese hoyo en el suelo, donde el agua corre. 
Seguimos caminando lomadas de hielo, y viendo unos paisajes maravilloso e increíbles. De pronto nos parábamos y observabamos el entorno de hielo, y la inmensidad del paisaje. El Glaciar se ve en su esplendor desde ese lugar. Uno lo puede tocar, oler, observar, pero sobre todo sentirlo tan cerca de uno. La sensación es muy especial. El frío se hace sentir, pero nada opacó esos momentos vividos ahí. Nos hicimos fotos, yo me senté en una lomita, y pedí que me sacaran imágenes de ese momento inolvidable. Otros hicieron piruetas, y fotos especiales. La alegría nos innundaba el corazón y reíamos felices. La mayoría de los integrantes del grupo eran extrangeros que comprendieran el español: Españoles, Brasileños, y Argentinos. Había otro grupo más atrás que solo hablablan en ingles.
Para finalizar el recorrido, nos ofrecieron bombones y un whisky con hielo del glaciar, que todos tomamos con mucha alegría y nos saludamos como si nos hubieramos conocido desde siempre.
Una experiencia inolvidable y sobre todo muy exótica, diferente a todo lo que se puede realizar en una excursión en un paseo común.
Les agradezco a los que me leyeron hasta aquí y los invito a comentar si han hecho alguna experiencia similar.
Los abrazo.







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