Mi madre me visita en forma de mariposa, pero no blanca, sino multicolor


La mariposa salió a la luz de ese inmenso jardín, y abrió sus alas aterciopeladas; con ese despliegue, me senté en el banco blanco, debajo del rosal, observando las amapolas rojas, naranjas. Para cuando se posó en una, yo la observé y vi que era una pequeña hada de color fucsia y azul. Sus alas eran turquesas y verde esmeralda y me pareció que tenía un cabello color rojo rubí. La miré, y sus pequeñas patas se frotaban entre sí, con un chisporroteo de brillantes polvos mágicos que atravesaban el aire, con su nácar inmaculado.
Alli me quedé, con ella revoloteando sin pensar en nada. Solo en esa calma inesperada y sencilla, y de pronto se me vino a la mente mi madre, que me sonreía desde su sonrisa santa. De esa manera pensé que "Galito", así le decían a mi mamá, era mi hada madrina y llego a visitarme en forma de mariposa. Yo siempre pensé que las mariposas que volaban a nuestro alrededor sin motivos,  eran los difuntos, y eran blancas. Eso me enseñaron desde niña y así lo creía. Pero ésta ¡tenía una gama de colores increíbles! Como los que me gustaban. Turquesas, esmeraldas, rosados, y suaves pasteles. Parecía un pequeño colibrí con las alas extendidas como un ángel. Sin pensar mucho levanté mis manos y quise atraparla, en un segundo de bestialidad y la asusté sin querer. Así fue que sentí que la sangre se me acumulaba en rabia dentro de mi cara y me ponía colorada de vergüenza. Por eso sufrí ese ACV y quedé perpleja en ese banco del jardín con la mariposa volando a mi alrededor y yo despidiendo espuma blanca por la boca, con los ojos ladeados y agachada de costado tiritando en el borde, casi cayendo sin hacerlo, pero siendo absolutamente consiente de la situación en la que me encontraba. Hasta que llegó Esther, que se dio cuenta que algo me pasaba, y me sacó de ese transe con una bofetada de cuajo en la mejilla derecha, donde me quedaron sus cuatro dedos marcados para siempre, de un color rojo intenso, que aún, y hace años de esto, no se me ha ido.



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