El clima es lo de menos




Ahora que estamos llegando al final del invierno y algunos arboles nos muestran cómo será la primavera, amaneciendo con sus pimpollos rosas y blancos, el clima es lo de menos. La calle se siente triste y desesperanzada. No hay risas ni gente paseando, o mirando vidrieras, tomando algo en el bar. Hay una situación de agobio y malestar. Los niños, también están serios y eso es preocupante. Una sociedad donde la mayoría de sus niños están en una situación de vulnerabilidad social, y sus padres, no pueden darles los alimentos necesarios para un crecimiento adecuado, es muy preocupante.
Pero por otro lado, las autoridades se ven en una situación de poca creatividad para salir del atolladero que ellos mismos nos han metido. Siguen con el mismo run run de siempre cuando la realidad ha cambiado en forma sideral. Tal vez, viendo esta situación con ojos críticos pero a su vez pensando propuestas de acción concretas, es que me dispuse a escribir estas lineas, ya que en lo personal, cuando lo hago, se me aclaran las ideas.
...mmm...Siento que debemos pensar como avanzar, (nada se detiene en estos procesos históricos) en nuestra comunidad en una organización social que aborde las diferentes situaciones que se dan a diario en la ciudad. No veo un gobierno activo, pensante y actuante frente a los graves problemas que nos aquejan. Nos falta liderazgo y confianza en nosotros mismos. Hay que animarse a plantear que no es posible que nuestros niños pasen hambre. Nuestros abuelos no tengan los remedios necesarios para sus dolencias. Que nosotros no tengamos horizonte.
Pensemos. Pensemos juntos. Y actuemos en consecuencia. Pero ya.




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