Guillermo pelea para ganar.



Estoy aquí, en Caba, en el Hotel de las Provincias, en la calle Mitre, desde hace cinco días, acompañando a Guillo en esta situación que le toca vivir. Estoy con Elizabeth, su compañera, su pareja que desde el 8/4 se vino en esa ambulancia de Alta Complejidad desde la villa hasta aquí.
Guillermo tiene problemas cardíacos por su Hodgkin de cuando tenía 26 años y recién había nacido Guillermina, su hiita. Le apareció un Linfoma en la base del cuello y al analizarlo, era un hodgkin. En otro escrito hablaré de esta enfermedad.  Por eso recibió rayos que pasando los años, le produjeron un problema en el corazón. Esto se fue agravando con el paso del tiempo y dos operaciones que fueron paliando esta situación.
Hoy, a los sesenta y tres años, Guillermo está peleando para sobrevivir luego de una tercer intervención quirúrgica al corazón, dónde sólo existía el 30%   de posibilidades de sobrevivir. Y él lo hizo. Ahora se debate en una frágil situación de avance y retroceso.
No he podido escribir porque estoy con la cabeza puesta en darle energía a ese hermano mayor que amo y que tanto ha sufrido desde joven.
Por eso trato de poner mi mente en pensarlo bien, sonriente, lleno de luz y feliz.
Ahora pensé que tal vez era bueno poder escribirte esto para que vos sepas que es lo que me está pasando, y cuál es la condición que vivo en este momento. Esperando las horas de visita, pensando en relatos para contarle y que conteste moviendo la cabeza, y que abra los ojos y nos vea sonrientes y con luz en la cara y que esas acciones le den seguridad para poder seguir progresando.
Siento una emoción indescriptible cuando lo veo así, minusválido, con sus ojos estrábicos, fuera de foco, que se abren pero no ven.

Así que me encuentro en esa situación en estos días de mi vida que me hacen reflexionar sobre el tiempo y el disfrute de cada uno de los momentos bellos que la vida nos regala día a día. Y hago lo mejor que puedo, y escribo sólo esto. 


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