Encuentro inesperado
Ya me visto para salir y pienso en cómo estará la calle. Seguro con este calor del medio día y el sol a pique, muy calurosa. Y que tengo que ir al banco, y seguro habrá mucha gente acalorada discutiendo sobre sus pagos y tarjetas y que el dinero no le alcanza, y todo eso que siempre se da al medio día, cuando una va apuradita, para comprar unos dólarcitos de esos que no te quieren vender porque te preguntan de donde has sacado los pesos para tenerlos. Pero qué bah, si uno hace algunos trabajillos inombrables para logra esos pesos y que si no compra dólarcillos, se le desvalorizan a una que se sacrificó tanto para conseguir ese pesito. Y ahora, con ese sombrero de paja con flores, que tanto me gusta, aunque ya está ajado el pobrecito y caminando ligero, llego al banco y como era de esperar, hay demasiada gente. El número que me ha tocado está como veinte después del que han llamado ahora mismo. Con lo cual me dispongo a ver si encuentro alguna silla para sentarme. Y si, ...